DIVEREDUCATE
¡Diviértete jugando!

RECOMENDACIONES PARA ALUMNADO DE 6 AÑOS
DIVERSIDAD FUNCIONAL MOTORA

QUIERO SER UN COCHE
Quisiera ser un coche es una historia tierna y simpática acerca de la normalización de las diferencias, que promueve la tolerancia y la normalización de las singularidades individuales. Ayudará a los más pequeños a comprender y aceptar que cada uno tiene distintas limitaciones y circunstancias, y que no tiene porqué ser motivo de compasión o burla, porque todos somos diferentes, y eso nos hace a todos iguales.
DIVERSIDAD SENSORIAL AUDITIVA

CRESCENDO
Milo está acostumbrado a vivir sin música. Nunca la ha oído. De hecho, no sabe exactamente lo que es. Solo sabe lo que le han contado. En el pueblo de Milo la música se apagó hace tiempo, pero volverá de la mano del menos esperado. Con esta preciosa obra, Susanna Mattiangeli y Felicita Sala nos demuestran que una discapacidad no tiene por qué ser una barrera.
DIVERSIDAD SENSORIAL VISUAL

SOFÍA LA GOLONDRINA
Sofía es una golondrina ciega pero sabe guiarse por los olores y el oído.
TRANSTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA

TONO
Este libro cuenta la historia de un chico autista que vive en silencio y su hermano, que se pregunta por qué a su hermano le gusta tanto la soledad, el estar incomunicado en sí mismo. El hermano se pregunta por qué Tom no juega, no habla, no dice lo que piensa. Nada parece sorprender a Tom. Pero un día, Tom llama a su hermano a conocer su mundo, su mundo interior, descubriendo así una forma diferente de comunicarse a su manera. Tom no es un libro de desesperanza, sino que más bien nos pone en contacto con la realidad, con la comprensión y con la esperanza.

JUAN TIENE AUTISMO
Esta es la historia de Juan, pero sobre todo es una historia de inclusión y aceptación. La familia y la amistad son la base imprescindible para conseguirlo. Este libro contribuye a facilitar la inclusión desde el conocimiento del autismo.
SÍNDROME DE DOWN

EL CROMOSOMA DE BEATRIZ
Cuando nació mi hermanita Beatriz, mi familia se agrandó y nos convertimos en seis, o siete, si contamos el cromosoma de más con el que ella nació. Desde ese momento hemos tenido que cuidarla como si fuese una bombonera de cristal. Aun así, sin ella, nuestra casa no sería la misma.